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¿Se puede considerar a la filosofía como un arte?



domingo, 13 de diciembre de 2009

No ser. No sentir. Sólo vivir.

Una habitación vacía. Una habitación vacía y una ventana abierta. En ese escenario encontraron el cadáver de mis ganas de saber. De mis ganas de saber más que nadie.

Pasé la noche con una copa en la mano, dándole vueltas al vino que había en ella, mirando el recorrido que hacía, amenazando con salirse. Me pregunté para qué quiere uno saber si no tiene a quién enseñarle lo que sabe. Al no encontrar respuesta, cerré el libro de filosofía contemporánea y me bebí de un trago lo que quedaba en la copa, apagué la luz y ya no quise saber nada más, nada más sobre nadie más.

Hoy pasé por delante de un espejo y no me vi reflejado, pensé soy un vampiro, pero recordé que ya no soy. Yo era ganas de saber. Yo era pasión por el saber. Yo ya no soy ni ganas, ni pasión, yo ya no soy.

Al final uno cumple años y el deber te resta tiempo para dedicarlo a aprender. Aprender. Hoy prefiero mirar atentamente como se consume un cigarrillo entre mis dedos. Hoy prefiero aprender a hacer anillos de humo. Hoy prefiero aprender a enredarme en alguna melena (o en algún pelo corto, suave).

Las cervezas bajan, una a una, al final uno más uno son siete, como dijo Fran Perea. Siete cervezas más tarde, con ninguna otra luz más que la del cigarrillo prendido, uno aprende que en la vida no se pierde ni se gana, se vive.

La cabeza dando vueltas. Cojo el coche, precaución. La playa está sola, a excepción de un par de amantes que hay por ahí dando vueltas. Me siento en la arena, con las rodillas flexionadas entre los brazos, mirando el mar. Entonces, me acuerdo, donde yo vivía también hay playas. Alucinantes. Nostalgia. Me faltó gente por conocer. A pesar de todo sé, que más allá de mis promesas, no volveré. No volveré porque no quiero salir de casa por la mañana y volver por la noche habiendo visitado todos los lugares mágicos, infestados de turistas o de simples extranjeros. Qué pena. Qué pena.

Hoy me apetece correr desnudo por la orilla de los placeres de la vida, de la vida de hoy:

1er placer. Bañarse de noche en la playa. Así mismo, con ropa y todo, dejando los efectos personales, me doy un chapuzón. Salgo. La ropa se pega a mi piel. No hace frío, simplemente me congelo. Sería estupendo estar ahora mismo en Fañabé.

2º placer. Acostarse bajo el cielo negro en la arena, para ver las estrellas. La arena pegándose a mi cuerpo y yo, como si nunca hubiese visto una, mirando fijamente al cielo, buscando la estrella que más brilla, para ponerle nombre. Me hubiese gustado estar en el Teide aquel 12 de agosto.

3er placer. Volver a casa escuchando Monk a todo volumen. Corriendo, sin pausas. Tarareando las canciones arañándome la garganta. Dejándome los pulmones en cada nota. Me hubiese gustado haber ido al Festival de Jazz.

4º placer. Volver a casa y que nadie te pida explicaciones. Callado, me quito los zapatos en la entrada. Me quito la camiseta en el salón. Pongo una lavadora de lo-que-sea. Enciendo el televisor para que me haga compañía, aunque lo que haya sea una película porno. Quizás en este punto ya he perdido el sentimiento nostálgico.

Estos son los placeres de hoy. Los que me han hecho ser más humano. Estos son los que me han devuelto las ganas. Las ganas de saber. Aunque me han quitado las de escribir. Porquería más porquería, no se acepta.

Recostando la cabeza sobre la almohada puedo recordar la ropa pegada a su piel, empapada. San Juan. No hubo forma de entablar una conversación con ella, nunca crucé ni una sola palabra con ella, pero allí estaba, mirándome fijamente desde lejos, mientras salía una palabra tras otra de mi boca. Así es que si algún día vuelvo, iré a buscarla, sólo volveré para buscarla y llevármela lejos, donde podamos conversar, a solas, sobre los placeres de la vida. Sobre el placer que es que pueda fijar mis ojos en los suyos sin incomodidades. El placer que es que pueda rozar sin querer su mano con la mía. Si algún día vuelvo, iré a buscarla.

3 comentarios:

  1. Definitivamente tenemos que tomarnos un par de copas...

    Un abrazo.

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  2. ¿Un par, sólo un par?
    Haha.

    Saludos, amigo.

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  3. las necesarias... ;)

    pero q mi novia no se entere XD

    un abrazo Don W.

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